Llévame al cielo, de Carla Guelfenbein

¡Hola a todos! Si se preguntan porque estuve en silencio tanto tiempo (? piensen que empecé a trabajar y no todo es color de rosa (? podrán encontrar un poquito más en mis historias de instagram, que se tuvieron un momento muy #Mariana. Pero bueno, si todo sale bien, esta semana voy a traer varias reseñas...

Título: Llévame al cielo
Autora: Carla Guelfenbein
Año de Publicación: 2018
Páginas: 280
Editorial: Nube de tinta
ISBN: 978-987-1997-35-0
Sinopsis: La vida y los sueños de Emilia Agostini, la piloto de aviones más joven de Chile, se derrumban cuando pierde a su padre, Julián, en un accidente aéreo. Después de un intento de suicidio, su familia la envía a Las Flores, un lugar donde "los chicos a quienes el destino les ha puesto una prueba difícil pueden refugiarse". Allí Emilia encontrará no solo la esperanza que había perdido, sino también la amistad de Gogo, Clara y Domi: un adolescente gay, una poeta y una ex modelo. Pero, sobre todo, encontrará el amor de Gabriel, un joven tan intrigante como atractivo que desaparece un día sin dejar rastros.
¡Muchas gracias a Penguin Random House por el ejemplar! 

Opinión personal

Siempre intento no ser prejuiciosa con libros cuyos autores desconozco. Siento que habla mal de mi como lectora, así que, siempre que puedo, leo algo que dudo de leer sólo porque no tengo referencia alguna. Me convenzo de que tengo la chance de encontrar una joyita que nadie descubrió, de encontrar ese relato especial que busco sin saberlo, así que intento animarme. Así que, bajo esa premisa, pedí este libro. ¿El resultado de animarme? Medianamente bueno. 

Era la primera vez que (como podrán imaginarse si no se saltearon el párrafo anterior) leía a la autora. Me convenció usando cielo en la portada y el título, y el hecho de que el sello Nube de tinta suele publicar historias que me pueden. Por lo que pude comprender, esta también era su primera vez escribiendo una historia para "adolescentes", de manera que, en realidad, me deja muy curiosa de que podría hacer cuando escribe por escribir, sin público en mente, para uno mismo. ¿Por qué digo esto? Porque no pude evitar sentirla forzada en su relato, recurriendo a cuanto cliché se le cruzara en el camino. Faltó que alguien perdiera la memoria y lográbamos la novela de las 3 de la tarde. Creo que eso vino a aguar una historia que tenía mucho potencial, ya que su premisa inicial era buena: alguien que sufre un trauma y se ve muy afectada por ello; que encima es un personaje super interesante, ya que es la piloto más joven de Chile (cosa que se revela como a mitad del libro) y sueña con poder completar alguna vez la ruta de Amelia Earhart. Pero, pronto se lleno la historia del muchacho super lindo que solo tiene ojos para la protagonista y que es todo lo que ella necesita para resolver sus problemas, que la mala se termina haciendo buena, que son los chicos rebeldes que tienen el acceso a toooooodo lo que no deberían tener acceso dentro de la clínica, y que, obviamente, cuando necesitaban dinero uno de ellos era millonario. Que casualidad...

Creo que no supo explotar la originalidad del argumento que tenia en sus manos. Pero, por otro lado, no pude soltar el libro en ningún momento, y a pesar que los clichés me resultaron un poco frustrantes, la historia me atrapo y supo emocionarme en muchos momentos. Tiene un buen uso de los saltos temporales presente/pasado, aunque a veces parecía no tener continuidad algunas cosas del presente (por ejemplo, cuando ella comienza de nuevo a deprimirse, y a la siguiente pagina esta normal). Siento que, quizás, falto algo de realidad, porque si bien ella era dada de alta de la clínica (tranquilos, así empieza el libro), en ningún momento se habla de una terapia que siguiera en el tiempo, controlándola en su vuelva a la vida "normal", y tampoco me pareció correcto el tratamiento psiquiátrico/medicamentoso empleado, ya que difícilmente se utiliza por menos de 6 meses. Sé que puede sonar un poco quisquilloso, pero disfruto mucho de las historias bien documentadas, y en cuanto a todo lo que respecta a la historia de Amelia Earhart pude ver que la autora era capaz de hacerlo correctamente, por lo que no puedo evitar desilusionarme un poquitito de que no haya, aunque sea, consultado con un psiquiatra via twitter, por tirar una forma de comunicación. 

La protagonista me pareció un personaje sumamente interesante, aunque al principio sentí por su forma de expresarse que tenía mucha menos edad de la que realmente tenía. Emilia es una joven que se ve atravesada por la muerte de su padre y se siente bastante responsable de ello, por lo que intenta desaparecer y termina internada en una clínica psiquiátrica, Me hubiera gustado que se hablara antes acerca de su capacidad como piloto, y no que el único momento en que la viéramos a ella en algo relacionado con la aviación, antes de que su salud mental se viera comprometida, fuera como una simple promotora, por llamarle de alguna manera. No vi que se le diera importancia hasta que lo tiran en el texto como si fuera algo sabido, y perdón, pero... ¿no les parecería ultra interesante una novela con una piloto adolescente como protagonista? Alguien temerario, dispuesto a todo... Me quedé con ganas de ver a una Emilia así. 

En cuanto a Gabriel, el chico del que ella se enamora y luego desaparece, es el chico lindo de toda novela. En sus escenas lo veremos obviamente ligero de ropa, siendo tremendamente inteligente, y demostrando que conoce todo sobre nuestra protagonista, aún cosas que nadie más sabe. Ah, y su familia aportará drama al mejor estilo Montesco/Capuleto, que convertirá lo que podría haber sido una fabulosa historia de aviación y superación personal en el culebrón de la tarde.

Ojo, no me malinterpreten: me gusto, en Goodreads le di tres estrellas. Pero no pude sacarme la sensación de que quedó todo a medias. Me hubiera gustado ver que la autora explotara más ciertos puntos, y, por sobre todas las cosas, me hubiera gustado ver a Emilia volar. El final fue muy abierto y no me dio lo que necesitaba: una mujer valiente surcando los cielos, como Amelia, demostrando que lo único imposible es lo que no se intenta. 

Frase preferida

Pensé entonces que tal vez la famosa "felicidad" era eso. Un instante entre una tristeza y otra, entre una pesadilla y otra, y que la única forma de vivirla, era así, escuchándola pasar ante mí, sin aspirar a que fuera para siempre, porque la felicidad definitiva y rotunda solo existía en los putos cuentos de hadas. 

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