El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde

¡Hola a todos! Hoy, cumpliendo con el reto propuesto por la casa de Slytherin dentro de la Copa de las casas BBB, les traigo la reseña de este clásico. Había leído al autor con anterioridad en El fantasma de Canterville y en La importancia de llamarse Ernesto, que me fueron, sinceramente, más amenos que este relato. Pero vayamos en orden.

Título: El retrato de Dorian Gray
Autor: Oscar Wilde
Año de Publicación: 1890
Páginas: 288
Editorial: Ediciones B (bajo el sello Bruguera)
ISBN: 978-987-755-006-1
Sinopsis: Un joven aristócrata muy agraciado (Dorian Gray) posa frente al pintor Basil Hallward que lo está retratando. La llegada de Lord Henry amigo del artista y famoso por su agudo ingenio  trastoca para siempre la visión que Dorian tiene sobre el mundo y sobre él mismo. Por primera vez consciente de la fugacidad de su belleza, el joven lamenta por adelantado los estragos del tiempo. Entonces formula en voz alta un deseo: ser joven y bello para siempre. Ese deseo se va a cumplir, pero Dorian tendrá que pagar un precio muy alto…
Esta novela breve la más famosa de Oscar Wilde combina con maestría los recursos predilectos del autor: frases epigramáticas, teorías estéticas y filosóficas la conversación de buen tono casi como un género literario y una trama entretenida que oscila entre el suspenso y el terror, sin dar respiro.
¡Muchas gracias a Ediciones B por el ejemplar!

Opinión personal 

Según mi vago recuerdo de mis anteriores lecturas del autor, lo disfruté mucho. Me acuerdo haber devorado tanto El fantasma de Canterville, una novela corta, que me enamoró mientras la leí en la escuela; como La importancia de llamarse Ernesto, una comedia teatral que supo usar un buen juego de palabras para crear situaciones que recuerdan un poco a los encuentros y desencuentros de los enamorados en Sueño de una noche de verano, de William Shakespeare. En cuanto a este libro... me gustó, pero por momentos, me perdió. 

Primero, creo que debería empezar diciendo que no tenía ganas de leer este libro en este momento vital. Pero todo sea por mi casa, así que me puse manos a la obra, total era corto y me podía llevar poco tiempo. La pluma de Wilde es fluida, pero en este relatos hay momentos donde, por ejemplo, se explaya en narrar obras, libros y demás que no hacen demás a la trama y que la lentifican de a ratos. Y eso fue algo que me sumo otro peso e hizo mi lectura cuesta arriba. Pero, si logro dejar de lado eso por un rato, no puedo negar que se trata de una historia asombrosa, producto de una mente maestra, que de todas maneras me choca en algunos momentos por algunos comentarios machistas (que si, podrán ser propios de la época, pero no por eso tienen que dejar de chocarme). El misterio manejado en esta obra, la incógnita acerca de la verdad, del cómo, del por qué, es algo que nos mantiene inevitablemente amarrados al libro. El relato nos sorprende una y otra vez, cerrando muchas ventanas que quizás se habían abierto muchos capítulos antes, lo que me fascinó. 

La historia comienza con un pintor hablando con un amigo acerca de lo obsesionado que lo tiene su último modelo, en quien deposita la imagen de la inocencia y la bondad. Su amigo no puede evitar sentir curiosidad por el joven modelo, e insiste hasta que logra conocerlo. No tan inocentemente, este comienza a soltar pensamientos que comienzan a hacer ruido delante del impresionable joven, lo que terminará por hacerle plantearse cosas que a su edad aún no había comenzado a pensar. Al abrírsele un nuevo mundo y nuevas perspectivas, el joven Dorian Gray tendrá que comenzar a elegir. ¿Elegirá la moral o lo indecente?

Dorian es un personaje que es quien es por las influencias que recibe. Mientras comienza siendo una persona sumamente despreocupada en su inocencia, sin ser consciente de que la juventud es un obsequio con fecha de vencimiento; con el correr de las páginas se va transformando en lo que las palabras de Lord Henry lo convierten. Se va oscureciendo de a poco, pero no creo que sea Lord Henry quien tiene la culpa... sólo que las frases fueron dichas frente a alguien muy naive e impresionable, que no supo manejar el contenido. 

En cuanto a Basil, el pintor, me generó mucha admiración en un principio, aunque su personaje pasa a un segundo plano muy rápido y pierde casi intervención. Lo mismo con Lord Henry, cuyas apariciones se tornan cada vez más esporádicas y menos influyentes, sobre todo si las comparamos con las primeras. Una vez el foco se pone en Dorian Gray y la oscuridad creciente en él, aunque mantenga el rostro tan joven como el día que se pinto el retrato, la mayoría de los personajes se tornan accesorios, más gracias a los saltos temporales que hay en la historia. 

En conclusión: es una historia interesante, que nos lleva a muchos dilemas morales, pero que de a ratos se me hizo medio lenta y densa por el contenido que no hacía a la historia en sí. No es mi preferido del autor, pero logro comprender la belleza del texto, y lo que plantea. Quizás si lo hubiera leído en otro momento lo hubiera disfrutado más. 

Frases preferidas

• La cosa más común se vuelve deliciosa si la ocultas. 
• Nada, excepto los sentidos, puede sanar el alma, como tampoco nada, excepto el alma, puede sanar los sentidos. 

Recomendado 

No soy muy fanática de decir "hay que leerlo porque es un clásico", pero ese es el motivo por el que hay que leerlo: es un clásico, y la historia es maravillosa de manera que no sabría comparar con otra. Un must de toda biblioteca.