Moxie, de Jennifer Mathieu

¡Hola a todos! Dios bendiga al congreso que hay en la ciudad y que permitió que yo saliera más temprano y tenga tiempo para escribir esta reseña. Realmente tenía muchas ganas de escribirla, porque no sólo esta es mi primera lectura terminada de septiembre, sino que realmente la disfruté mucho.

Título: Moxie
Autora: Jennifer Mathieu
Año de Publicación: 2017
Páginas: 432
Editorial: VRYA
ISBN: 978-987-747-376-6
Sinopsis: Vivian Carter tiene 16 años y está aburrida. Pero también está harta. Harta de que en su escuela secundaria de una pequeña ciudad de Texas el equipo de fútbol americano tenga todo permitido. Harta de los códigos de vestimenta sexistas y del acoso en el pasillo. Y, sobre todo, harta de seguir siempre las reglas.
Pero algo empieza a cambiar. El pasado audaz, atrevido y feminista de su mamá siempre le ha fascinado y, ahora, se convierte en la inspiración que necesita para idear su propia manera de desafiar lo establecido. ¿Seguir aceptando las agresiones de un grupo de alumnos y las arbitrariedades de los profesores o presentar resistencia?, ¿continuar siendo Vivian la obediente o dar batalla?
Algo que comienza con pequeños desafíos se convertirá en Moxie, un movimiento que unirá a las chicas en la lucha. Ya nada las detendrá. Ya no aceptarán las reglas establecidas.
¡LAS CHICAS MOXIE DAN PELEA!

Opinión personal

Primero que nada, tengo que confesar que el motivo por el que quería este libro es porque la edición es preciosa. En serio, me tiene completamente enamorada, y se suma al top ten de los libros más lindos (físicamente) que recibí este año (btw, TENGO que hacer una entrada así). Hecha esta confesión, quiero comentar que leí comentarios en redes que me hicieron dudar acerca de si había hecho lo correcto al comprar este libro. Pero, habiendo leído otro libro de la autora ya, tenía mucha confianza para leerlo, ya que me había gustado mucho su forma de escribir y no tenía dudas de que iba a ser entretenido.

Si bien tengo pendiente la reseña de ese libro del que les hablo, The truth about Alice, hablo por ambos libros al decir que la autora tiene una pluma bastante entretenida y atrapante. Los leí muy rápido a ambos, incluso considerando que Moxie tiene más de 400 páginas. No puedo evitar remarcar que me gusta la selección de temas por parte de la autora, que en este libro abarca un problema común a muchas escuelas estadounidences: el dress code, lo que podría traducirse como reglamento de vestimenta, algo que les puede recordar al caso de Bianca (que si no conocen, pueden verlo aquí), entre otras actitudes machistas varias, como menospreciar las participaciones de las chicas con complicidad de los docentes (ver aquí) o el acoso, que no escapa a ningún ámbito, ni siquiera al educativo (ver aquí). Como podrán ver, son temas bastante actuales, y, como sabe cualquier persona que tenga Facebook, cada publicación sobre el tema tiene más comentarios populares que van acorde al machismo que los feministas (y aplica, básicamente, a cualquier lucha que lleve el feminismo). ¿Por qué me parece importante remarcar todo esto? Porque es real y necesario este tipo de libros en muchos lados. Creo que no hablo por mi sola al decir que muchas veces me dijeron que no era "femenina" o que no era "digno de una señorita", como si el hecho de tener genitales femeninos me hiciera portadora de un valor agregado con el que tengo que empardar de alguna forma o termino perdiendo valor propio. Y sin embargo, sé que soy una privilegiada, porque muchas otras chicas lo sufrieron y sufren, y quizás no cuentan con el valor o conocimiento suficiente para saber que ser mujer no requiere un comportamiento especial. Que somos simples personas, iguales, mismos derechos, mismas obligaciones, y que quien opine distinto... Bueno, que lea, así se le abre la mente un poco. 

Otra cosa que me gustó mucho fue la apropiación de la figura "pelear como una chica", que siempre supo tener una connotación negativa. No puedo menos que recordar algo que dijo Darío Sztajnszrajber cuando vino a Santa Fe y habló sobre el valor de las palabras y como es ganar poder apropiarse de términos, poder pronunciarlos, quitarle la carga que traían antes; y repito el ejemplo que tomó él, donde la comunidad gay se apropió del "puto", dándole una nueva significancia al naturalizarlo y abrazarlo. Aunque muchos neandertales sigan usándolo como insulto, hay una comunidad que respalda al término y lo usa sin una carga negativa. Y para terminar con esto, les dejo este hermoso spot publicitario, que si no lo vieron, vale la pena.

La historia contiene todo lo que mencioné antes, y lo mecha con la cultura Riot Grrrl, donde se combinaba feminismo con punk rock y política, de la que era activista la madre de nuestra protagonista, pero que creció, y como muchos otros antisistema, terminó rindiéndose ante el, algo derrotada porque esperaba poder cambiarlo, más que terminar en alguien que le es funcional. De esta manera, se rescata música de la época (que espero que si leyeron el libro se hayan sentido tan compelidos como yo a buscarlos y escucharlos), la cultura de los fanzines, que eran magazines hechos por fans, y facilitaban el intercambio de ideas, además de difundir bandas de música de mujeres. Me gustó la utilización de los fanzines, que estaban compuestos en su mayoría por recortes en una especie de collage que luego eran copiados para una difusión masiva. Si les interesa, les dejo una página para que vean algunos de los originales (aquí).

Hubo cosas de la historia que me gustaron, y que mencionaré sin nombre porque no deseo hacer spoiler, pero en un momento, diversos incurren en pensamientos machistas, de manera no intencionada, simplemente por incapacidad para entender o ponerse en el lugar de una chica como todos, que sufre al sexismo gobernante. Me gustó esa imperfección, porque pasa. Mucho. Es mas chocante aún cuando sucede entre mujeres, que dudan entre sí o se agreden, intervenidas por el machismo con el que hemos sido criadas y del que todavía no terminamos de despegarnos del todo. 

En cuanto a los personajes, Vivian, nuestra protagonista, me cayó muy bien. Si bien siguió las reglas toda su vida, en algún momento advierte que las reglas tácitas están mal, y que ciertos comportamientos no deben ser tolerados. Y no puede evitar recuperar un poco de la cultura de riot grrrl con la que en cierta forma fue criada, y se la juega, aunque eso signifique salir (bastante lejos, a decir verdad) de su zona de confort. 

Su madre es un personaje que me resultó interesante pero porque me recuerda a muchos otros, algunos reales y otros ficticios, incluyendo a algunos de los protagonistas de La Naranja Mecánica: crecieron, y esa pasión que sentían de jóvenes se transformó en otra cosa, que, en cierta forma tristemente, le es funcional al sistema que antes se oponían. Aunque, por suerte, todavía queda un vestigio de la chispa en la madre, que implica la transmisión de algunas cuestiones a su hija y el fuego que la empuja a defenderla cual mamá leona si es necesario. De manera que me pareció una figura materna admirable, aunque haya tenido que dejar lo que la enamoraba de la vida de joven por lo que la enamora de adulta: su hija. 

Hay muchos otros personajes que me gustaron, como Lucy, los abuelos de Vivian, Frank de "Cópialo" y Seth, pero por compasión voy a dejar de emocionarme tanto hablando de este libro y (si bien no incluí ningún spoiler), voy a dejar que descubran un poco más por ustedes mismos. Sólo quiero agregar que me gustó que el libro incluyera un feminismo intersectorial, sin discriminaciones por raza, algo que también es un problema en EEUU, como pueden ver aquí. 

El final me gustó bastante, sobre todo porque no fue un cierre definitivo. Ninguna lucha termina nunca, siempre sigue y siempre hay cosas que se pueden mejorar. Por suerte, en este libro se respeta eso y no se idealiza con un vivieron felices para siempre. La lucha llega y se queda, así que no lo duden... ¡Es hora de pelear como una chica! Aunque el viento esté en contra y el machismo esté instalado en la mayoría de la población. El patriarcado se va a caer, se va a caer.

Frases preferidas

• A veces me pregunto si es posible sentir nostalgia por algo que en realidad nunca se llegó a experimentar.
• Marchamos porque esas palabras merecen que las aplasten. Que las revienten. Que las hagan polvo.

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