Si me dices ven lo dejo todo... Pero dime ven, de Albert Espinosa

Por si no se nota, me gusta este autor, con su estilo rarito y con abuso de puntos suspensivos. Me encantan sus viajes al pasado, donde explora todos esos momentos que en el tiempo que suceden no somos verdaderamente conscientes de la importancia que tienen. Y esta fue la primer novela que leí de él, y no puedo decir que me haya desilusionado.

Sinopsis

Dani se dedica a buscar niños desaparecidos. En el mismo instante en que su pareja hace las maletas para abandonarle, recibe la llamada de teléfono de un padre que, desesperado, le pide ayuda. El caso le conducirá a Capri, lugar en el que aflorarán recuerdos de su niñez y de los dos personajes que marcaron su vida: el señor Martin y George. El reencuentro con el pasado llevará a Dani a reflexionar sobre su vida, sobre la historia de amor con su pareja y sobre las cosas que realmente importan.

Opinión personal

Como decía más arriba, fue la primer novela que leí de este autor, habiendo leído antes El Mundo Amarillo. A veces, cometo el error de cuando lo agrego a Goodreads, pispear, sin spoilearme, que opinan los demás del libro. Lo empecé con miedo, pensando que iba a ser verdaderamente malo, en base a los comentarios que vi. Sin embargo, con mi fe eterna en Albert, comencé y me enamore al instante. Es una historia muy linda, con viajes a un pasado que nos define, que nos enseña. Es un viaje por los miedos, incluidos aquellos miedos propios que transferimos a los demás, cortando un poco su libertad de ser, limitándolos a la vez que nos limitamos nosotros, diciendo "no puedo hacer tal cosa porque no soy lo suficientemente bueno". 

El libro trata, en definitiva, en afianzar la propia identidad, en aprender a amarse a uno mismo. Esta lleno de momentos emotivos, de momentos donde te identificas, o por lo menos así me paso a mí. Cambiar el mundo es posible, a veces sólo hay que tomar un descanso y mirar las cosas con perspectiva. 

Frases preferidas

Nos dijisteis que hiciéramos el amor... Y no la guerra. Os hicimos caso, ¿por qué entonces el amor nos hace la guerra?

- No puedo vivir sin ti. - Si que puedes... - Si, pero no quiero.  

Lo mejor de recordar es que puedes regresar cuando lo deseas, nadie te puede robar o impedir eso. / Quizás lo que me impacta es que, siempre que vuelves, el recuerdo es diferente. / Y si el recuerdo es diferente, uno lo acaba siendo también, porque ahí están tus raíces, y si tus raíces cambian, también cambiará tu tronco.

Todo en la vida debería ser así. Primero caerse y luego caminar.

A veces, en la vida pasa lo mismo: la dificultad de la pendiente te hace olvidar que no paras de progresar y subir.

Perder puede ser gozoso, pues te hace entender mejor el valor de ganar. Además, con el tiempo, las pérdidas siempre se acaban convirtiendo en ganancias.

Recomendado 

Para amantes de Albert, para aquellos que atraviesan su propio viaje interno, y para todos aquellos que amen Pulseras Rojas.