¡Hola a todos! Supongo que no me extrañaron mucho luego del bombardeo de sorteos del lunes pasado. Dedique tanto tiempo a ello que me vi obligada a estudiar arduamente el resto de la semana, para intentar ponerme al día... La idea era también estudiar este fin de semana, pero bueno, me decidí a terminar Orgullo y Prejuicio (me faltaban tan pocas páginas que ni las sentí pasar). Ahora comienza el duro desafío de decir algo sobre esta historia. Es verdaderamente difícil encontrar palabras propias para algo sobre lo que tanto se ha dicho y aún así hacer justicia con mi opinión sobre este libro y que no todo sea un desastre de proporciones épicas como siento puede suceder. Sólo espero que Jane Austen no se revuelque en la tumba con esta reseña...
Autor: Jane AustenAño de Publicación: 2016 (de la actual edición)Páginas: 432Editorial: Ediciones B (bajo el sello Bruguera)ISBN: 978-987-627-593-4Sinopsis: Si una obra maestra es aquella que reúne todas las características sobresalientes de un artista, podemos decir que Orgullo y prejuicio es la obra maestra de Jane Austen. La ironía, los personajes definidos, los diálogos consistentes, el matrimonio y el amor como temas principales, todo está en Orgullo y prejuicio trabajado con la mayor fineza posible. Y es en su heroína, Elizabeth Bennet, donde todos esos elementos perfectos se combinan. Pocos personajes logran hacer avanzar una novela como Elizabeth Bennet. Es ella el motor de la historia con sus palabras, errores y contradicciones. Es la fuerza que nos lleva hacia adelante en un mundo de pompas y protocolos: presentaciones forzadas, bailes ceremoniosos, respetos que no se merecen, y jóvenes ansiosas por conseguir un marido.
¿Por qué leer en el siglo XXI un clásico como Orgullo y prejuicio? Porque Jane Austen nos sigue hablando a través de las palabras de la adorable Elizabeth Bennet, de la importancia de escuchar nuestro propio deseo. En doscientos años seguimos hablando de lo mismo.