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viernes, 22 de diciembre de 2017

El ventanal, de Lemony Snicket

¡Hola a todos! Luego de una ausencia bastante larga (un mes sin publicar, literalmente), vuelvo con muchas ganas de esto, que es algo que amo y que me hace bien y que extrañe muchísimo en este último tiempo donde prioricé el estudio por sobre todas las cosas, incluso respirar (?. En este momento, les traigo la reseña de la tercera parte de esta saga, que esperé bastante, ya que las desventuras de sus protagonistas no dejan de sorprenderme. 

Título: El ventanal (Una Serie de Catastróficas Desdichas #3)
Autores: Lemony Snicket (seudónimo de Daniel Handler)
Año de Publicación: 2000
Páginas: 256
Editorial: Montena
ISBN: 978-987-3820-82-3
Sinopsis: Querido lector,
Si todavía no has leído nada sobre los huérfanos Baudelaire, hay algo que debes saber: todas las aventuras que les toca vivir a estos tres niños son miserablemente desdichadas, y la que cuenta el libro que tienes ahora en tus manos quizá sea la peor de todas ellas.
Si no tienes estómago para soportar un huracán, un montón de sanguijuelas hambrientas, una sopa de pepino fría y un malvado villano, lo más probable es que este libro te desespere. Yo continuaré dejando constancia de estas trágicas aventuras, pues a eso es a lo que me dedico. Pero tú eres quien decide si eres capaz de soportar la narración de esta desventurada historia.
Con todo mi respeto,
Lemony Snicket
¡Muchas gracias a Penguin Random House por el ejemplar! 

 Opinión personal

Si hay algo que debo reconocer con respecto al momento en que leí este libro es que mi ánimo no era el mejor y las desgracias de los Baudelaire me pusieron un poco peor, y creo que eso influyó un poco en mi forma de ver al libro. Si bien no es que se tornó repetitivo, muchas veces uno entra a un libro esperando una victoria, y en este libro no las hay (cruzo los dedos para que en el último las haya).
En una edición igual de bonita que las anteriores, esta tercera entrega continúa con las desventuras de estos tres pobres huérfanos que no parecen encontrar nunca el fin a su desdicha. Como siempre, lo más interesante es el estilo del autor, rebosante de metáforas, algunas muy interesantes y que logran poner en palabras sentimientos o situaciones difíciles de explicar. Mantiene el mismo ritmo que los anteriores, y es bastante llevadero, aunque no puedo negar que crece un poco mi frustración, en especial por la nueva tutora de los niños y los adultos que siguen siendo tan poco pensantes como en los anteriores. Es como que no me explico el nivel inusitado de idiotez que tienen todos.
La historia se traslada a un lugar bastante interesante, aunque la tutora es la que, hasta el momento, menos interesante me pareció. Luego de Tío Monty era difícil encontrar un nuevo familiar tan querible, y no voy a negar que, por el momento, él sigue siendo mi preferido. Tía Josephine es bastante intolerable, y sacando un par de momentos donde pareció comprender algo de este mundo tan desgraciado, no me molestaba su ausencia. De hecho, la prefería. 
Obviamente, el Conde Olaf vuelve a aparecer en este libro para hacer de las suyas, con un nuevo plan, y alguna que otra revelación interesante. Comenzamos a comprender más sus motivaciones y a conocerlo un poco, que es, junto con las geniales metáforas, una de las tres cosas que más rescato de esta entrega. 
La tercera es, obviamente, mis tres queridos huérfanos Baudelaire. Cada vez más inteligentes, valientes y avispados, que nunca se dan por vencido sin importar que sea lo que se les enfrente y que aún en los momentos de mayor desespero logran encontrar soluciones. Violet es mi preferida, o por lo menos eso creo. Cada vez que se ata el pelo sonrío, porque se que algo maravilloso está por venir. En cuanto a Klaus, su lectura siempre logra salvar las papas, tanto como los fabulosos y fuertes dientes de Sunny. Como les conté antes, Tía Josephine no fue un personaje que me haya agradado mucho: le teme a todo, probablemente también a su propia sombra (aunque no puedo negar que el momento en que Klaus usa eso para su beneficio fue, sencillamente, perfecto). En cuanto a Olaf, no creo que me quede mucho que decir después de tres entregas. A pesar de que es absolutamente detestable, es innegable que aporta a la trama y la condimenta. Me gustaría que (aunque sea por un segundo) sufriera su merecido, aunque siendo él el villano, dudo que eso pase a corto plazo (aunque si, un escarmientirijillo podría sufrir).
El final es frustrante, ya que el futuro de los Baudelaire sigue siendo gris. Espero pronto leer la siguiente entrega, con esperanzas de que Olaf sufra un poquito al menos, y que los niños tengan una pequeña cuota de felicidad luego de este libro tan desgraciado. 

Frases preferidas

  • Sólo porque algo esté escrito - ya sea en una tarjeta comercial, un periódico o un libro - no significa que sea cierto.
  • Robar, claro está, es un delito, y de muy mala educación. Pero, como la mayoría de las cosas de mala educación, es excusable bajo ciertas circunstancias. Robar no es excusable si, por ejemplo, estás en un museo, decides que cierto cuadro quedaría  mejor en tu casa, y sencillamente tomas el cuadro y te lo llevas. Pero, si estuvieran muy, muy hambrientos y no tuvieran forma alguna de conseguir dinero, podría ser excusable tomar el cuadro, llevárselo a casa y comérselo. 

Recomendado



Si seguís las desventuras de los Baudeleaire, disfrutas de la serie o te gustó la saga de Las crónicas de Spiderwick. 

3 comentarios:

  1. Hola, Luz!
    Antes que nada, espero que te haya ido más que bien en todos los exámenes que hayas tenido. Me alegro que ahora puedas priorizar respirar! jajaja
    En cuanto al libro, si bien no está entre mis prioridades de lectura, tengo ganas de darle una chance en algún momento a esta peculiar historia. Me resulta muy interesante cómo está narrada.
    Espero que los Baudelaire tenga mejor suerte en el próximo! ;)
    Besos

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  2. Hola Luz! Celebremos que puedas asomar la cabeza de entre la torre de apuntes (?)
    De estos libros leí el primero y la realidad es que, si bien me gustó, no me dieron ganas de continuar la saga. Sufro cuando son 6, imaginate si tengo que leer 12...nah, no es para mí. Y menos con lo que contás jajaja todavía tengo pendiente terminar la serie porque recién vi los dos primeros capítulos (soy un desastre para las series) pero por lo menos el primer libro, que son los dos primeros capítulos (casi iguales, pero al margen), pareció ser bastante fiel, así que espero que se mantenga durante toda la serie y me evite el sufrimiento de leer semejante cantidad de libros de una misma historia :P besos!

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  3. La saga entera es repetitiva. A mí me gusta mucho, pero creo que lo que más valor tiene en la saga en sí es el juego narrativo entre la voz que cuenta la historia y nosotros, los lectores. La historia en sí nunca me ha parecido la gran cosa y hasta me pone nerviosa. Esta es una de esas historias que valoro más por los elementos técnicos que por la trama en sí.

    Espero que ahora ya con el verano puedas disfrutar más de las lecturas =)

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