A todos los chicos de los que me enamoré, de Jenny Han

¡Hola a todos! En uno de los días con menor suerte que he tenido en el último mes (y créanme, es mucho decir), vengo a traerles esta reseña, para ver si al menos puedo lograr algo productivo y que me salga bien. Es uno de los primeros libros que leí en el año, y no puedo menos que aseverar que es uno de los libros que mas disfruté (devoré sus casi 400 páginas en menos de 24 hs). 

Título: A todos los chicos de los que me enamoré (A todos los chicos de los que me enamoré #1)
Autor: Jenny Han
Año de Publicación: 2014
Páginas: 380
Editorial: Destino (Grupo Planeta)
ISBN: 978-950-732-354-6
Sinopsis:  Lara Jean guarda sus cartas de amor en una caja. No son cartas que le hayan enviado, las ha escrito ella, una por cada chico de los que se ha enamorado. En ellas se muestra tal cual es, porque sabe que nadie las leerá. Hasta que un día alguien las envía por equivocación y la vida amorosa de Lara Jean pasa de «imaginaria » a estar totalmente fuera de control.

 Opinión Personal

Compré este libro en un día que estaba esperando mi turno en el banco. Mi numero estaba a, literalmente, 200 números del que estaban llamando en ese momento, así que fui a comprar un regalo navideño, volví, faltaban 100, fui a comprar este libro y volví, me senté y lo empecé a hojear (todavía faltaban 50). Obviamente, empecé a leer y me llamaron en segundos, ilusión dada porque se había ido todo el mundo o porque me entretuve leyendo. Mi motor para comprar este libro fue que después de Un regalo de mi gran amor me quedé con muchas ganas de leer más de esta autora, y algo me decía que no me iba a arrepentir con esta compra. Una cosa en la que le pegué. 

Si bien no estuvo su historia en mi top five de preferidas de la antología recientemente mencionada, me llamó mucho la atención. Jenny Han tiene un estilo sumamente sencillo, que en esta novela se luce. Cuenta una historia distinta, en la que es bastante difícil encontrar clichés, con personajes con los que no cuesta para nada relacionarse. La autora logró cautivarme con su historia, la que, combinada con su bella pluma, se convirtió en una especie de adicción, sin que yo pudiera despegar los ojos de las páginas, obligándome a recomendarle el libro a quien pudiera y a insistir a quienes lo estaban leyendo porque necesitaba hablar de el. Las emociones que transmite, tan tangibles, mientras uno congenia a la perfección con la protagonista, aún cuando a veces no comparta al 100% sus decisiones es una combinación deliciosa, que convierte a la autora y al libro en uno de las historias que más disfruté en lo que va de este 2017, y que abre, de seguro, un año de grandes lecturas.

La historia me pareció sumamente original desde el planteo, aun dejando de lado la delicia de forma con la que esta escrita. Si bien tenía algunas cosas que eran obvias (desde el principio supe quien había mandado las cartas), otras me fueron sorprendiendo y me resultaron completamente inesperadas, ya que no son del todo habituales en el género. Siempre es agradable que las partes que uno parece poder adivinar se conviertan en otra cosa y no se recurra a lugares comunes, sobre todo en géneros tan explotados como lo es en este caso la novela romántica adolescente. Un extra: sumamente entretenida, con momentos que nos roban una carcajadas, otros que nos roban un "Awww!" lleno de ternura y, por supuesto, momentos donde nos resbalan un par de lágrimas por el rostro. 

Como contaba antes, los personajes me resultaron muy reales, y no me costó relacionarme a ellos, aunque algunos no me cayeron bien, como fue el caso de la hermana mayor de Lara Jean, Margot, a quien no pude comprender en casi ningún punto de la historia, y me generaron mucha bronca sus actitudes, sobre todo para con Lara Jean. Kitty, la hermana menor de ambas, me pareció muy dulce, aunque su genio indomable hizo que algunas veces me enojara con ella. La protagonista y hermana del medio, Lara Jean, me pareció un personaje con quien pude congeniar al toque, principalmente porque sus inseguridades me hicieron fácil empatizar con ella. Me gustó que fuera tan humana y real, y su crecimiento fue algo que disfrute mucho. Por otro lado, Josh, el vecino y novio de Margot, fue alguien a quien me sentí atraída casi al instante, como ese enamoramiento que nos da alguien, y que luego se difumina cuando uno va conociendo quien está detrás de la primera impresión. Finalmente, Peter, es un personaje que me resultó bastante confuso, pero me sucedió lo opuesto que con Josh: en un principio no me cayó tan bien y dudé por completo de sus motivos, y luego fui cayendo lentamente en su hechizo. 

El final me tuvo llorando. Deja la puerta abierta: primero suceden muchas cosas malas que me hicieron gastar una buena dosis de pañuelitos, y luego se abre la puerta a una nueva esperanza, pero que sólo puede resolverse en el libro que va a salir el mes que viene y que, como le sucedió a Lara Jean, yo choqué el auto probablemente no pueda leerlo en mucho mucho tiempo (ahí tienen otro motivo por el que me identifico con ella, y porque fue el día con la menor suerte). 

Frases preferidas

• Margot no le ve el sentido a hacerse preguntas. Vivimos como vivimos. No tiene sentido preguntarse qué habría pasado. Nadie podría darte las respuestas. Me esfuerzo, de verdad lo hago, pero me cuesta mucho aceptar este modo de pensar. Siempre me estoy preguntando por los «¿y si...?», por los caminos no seguidos. 
• Mi madre siempre decía que el optimismo era mi mayor virtud. Tanto Chris como Margot dicen que es insufrible, pero a eso les respondo que nadie se ha muerto todavía por verle el lado bueno a las cosas. 

Recomendado

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