No me digas loco, editado por Kelly Jensen

¡Hola a todos! Hoy paso por acá para dejarles la reseña de un libro que me encantó, que creo que es muy necesario en nuestros tiempos, y que tiene la capacidad para ayudar a muchas personas (y también abrir algunas cabezas).

Título: No me digas loco
Editado por: Kelly Jensen
Año de Publicación: 2018
Páginas: 248
Editorial: Ediciones Urano 

ISBN: 978-950-788-317-0
Sinopsis: ¿Qué significa «estar loco»? ¿Es ofensivo decirlo? ¿Cómo te sentirías si una etiqueta comenzara a gobernar tu vida? No me digas loco es un libro que nos invita a reflexionar y a conocer más sobre las enfermedades mentales. No existe una sola definición para la palabra «loco». No existe una sola experiencia que la represente. ¿Salvaje? ¿Perturbado? ¿Apasionado? Como ves, no hay una sola manera de definirla. Los 33 relatos de este libro nos invitan a hablar abiertamente sobre la salud mental, para poder comprender mejor cómo nos afecta todos los días. Los autores abren su corazón para contarnos experiencias personales, para que todos podamos entender un poco más nuestro cerebro, su funcionamiento y para debatir si, a fin de cuentas, existe algo como «estar loco».
¡Muchas gracias a Ediciones Urano por el ejemplar!

 

 

Opinión personal

Hacía rato no leía un libro de no ficción, pero la premisa propuesta por este libro me llamó demasiado la atención: 33 personas conocidas, entre ellas muchos de nuestros autores favoritos, se disponían a hablar de temas relacionados con la salud mental. No puedo evitar sentir que quizás, parte de lo que atrae del libro es la curiosidad alimentada por el tabú de hablar del tema que ha reinado por, básicamente, cientos de años. No estamos, o al menos, estoy, acostumbrada a ver a personas públicas exponerse de pies a cabeza. Siempre el tema de salud mental ha sido utilizado como peyorativo o como una forma de disminuir a la otra persona, en especial cuando es mujer (si crees que no es así, pensa en Marilyn Monroe, por dar un ejemplo). En adelantado, pido disculpas si en algún momento utilizo algo de lenguaje médico, lo tengo demasiado incorporado. No es mi deseo hacer sentir incómodo a nadie, pero aún cuando soy yo, sigo siendo médica.

Estos 33 relatos están agrupados en diferentes secciones, relacionadas en gran parte según el tipo de trastorno que padece el autor, y el proceso y la forma en que quien suscribe percibe su "etiqueta". En muchos casos se describe el largo camino hasta lograr un diagnóstico, en otros lados la ardua lucha por aceptarlo sin sentirlo una condena, o por estabilizarse dentro del mismo. Me gustó que se mostraran varios trastornos, tanto los relacionados con la bipolaridad como con la depresión, asi como también a aquellos que afectan la autopercepción corporal y que tratan sobre la ansiedad. Si, sin embargo, siento que es algo parcial lo que se muestra acá, y que esta dado por el privilegio que rodea al final del día al autor que habla, algunos de los cuales incluso lo reconocen. A veces la realidad es muy diferente, y las respuestas disponibles, en un sistema de salud sobreexplotado al que tienen que acceder todos sin importar si ese acceso es el verdaderamente adecuado, son muy escuetas y estereotipadas. La estabilidad en cuanto a un trastorno y las posibilidades económicas y socioculturales parecen ir siempre de la mano. 

Entre mis relatos preferidos estan el de Shaun David Hutchinson (autor que tengo super pendiente), Victoria Schwab (no puedo explicar lo mucho que me sentí identificada con ella), Adam Silvera, S. Jae Jones y Libba Bray. Fueron bastante personales pero tuvieron impresa una buena cuota de optimismo al respecto. 

En conclusión, creo que fue una antología de ensayos bastante interesante y una lectura sumamente enriquecedora. Me gustaria ver más escritos similares, o una antología de cuentos que traten estos temas, siempre desde una perspectiva respetuosa, y que tuvieran los trigger warnings necesarios. Se me ocurre alguna que otra historia que seria interesante para incluir...

Frase preferida

Sin embargo, yo no soy la depresión.

La depresión no me define.