20 poemas de terror y una canción disparatada, de Victoria Bayona y Juan Chavetta

¡Hola a todos! Hoy les traigo una nueva reseña de una pequeña joyita que es verdaderamente imperdible. Si no lo conocen, aprovechen la oportunidad, así en el próximo viaje a la librería se lo traen. Es ideal para todas las edades, no solo para chicos, así que espero convencerlos un poco...

Título: 20 poemas de terror y una canción disparatada
Autora: Victoria Bayona
Ilustrador: Juan Chavetta
Año de Publicación: 2019
Páginas: 56
Editorial: Gerbera
ISBN: 978-987-4071-70-5
Sinopsis: Muertos que resucitan, sombras en la noche, paredes que se cierran y no hay escapatoria, sanguijuelas come corazones y otras criaturas tenebrosas forman parte de estos 20 poemas espeluznantes de terror. Al final, una canción disparatada.

Opinión personal

Este libro llegó a mis manos básicamente porque Fran de Perdido entre los libros me forzó invitó a comprarlo y quedé instantáneamente enamorada de la edición y vapuleada por el delicioso olor a tinta que despedía. Lo leímos en menos de una hora durante la Silent Reading de la feria, y luego volvimos al stand donde lo compramos para la presentación de este tétrico poemario dirigido al público infantil. En la presentación pudimos conocer a la autora y al ilustrador, quienes además nos dedicaron el libro. Toda la gente que estaba en el stand era sumamente amable, tanto la gente de la editorial como Victoria, Juan y los concurrentes. Era un espacio chico, pero indudablemente el corazón era enorme. 

Era mi primer encuentro con la escritura de Victoria y me encantó que haya sido de esta manera. Este libro funciona como una fórmula alquímica, obteniendo gracias a la mezcla de texto y fotos un poemario inolvidable y que realmente nos pone un poco la piel de gallina (o un poco mucho).

Como probablemente podrán haber notado, el título parafrasea o imita, por así decirlo, a uno de los poemarios más famosos de la historia latinoamericana, como lo es 20 poemas de amor y una canción desesperada por Pablo Neruda. Sin embargo, todo el contenido difiere por leguas de la melancolía y la nostalgia del poeta chileno, y nos ofrece 20 pequeños poemas con la delicadeza de un haiku pero más extensos donde encontramos una variedad de temas que de niños nos pusieron de seguro los pelos de puntas (y de grandes, nos siguen obligando a abrir la cortina de la ducha antes de entrar a bañarnos por miedo a que dentro resida una araña).

Compila un poco todos los miedos de la infancia, donde la activa imaginación infantil, donde los límites son algo tonto que dicen los adultos, es capaz de percibir cosas en la oscuridad o crearlas desde una sombra. El trabajo de Bayona es espléndido, y las ilustraciones de Chavetta son una maravilla. En la presentación se pudieron ver los originales y son incluso más magníficos.

Si tuviera que decir que poema me dio un poquitito más de repelús, como buena aracnofóbica, elijo el número 4, porque básicamente compila uno de mis mayores miedos de noche:

La araña se aburre y decide,

colgándose del hilo sedoso,

arrojarse a la nariz pequeña, 

tostada y tentadora.

El 14 y el 20 los disfruté muchísimo. Fueron un poquitito terroríficos, pero la verdadera maravilla está en la composición del poema. Las imágenes son todas maravillosas, pero la número 8 es preciosa y probablemente mi preferida.

Conclusión: es un poemario que necesitan para las noches de historias o simplemente porque es uno de los libros más chiquitos y bellos que existen. Además, producción 100% nacional, que viene de una editorial que utiliza una tipografía amigable para lectores disléxicos y que tiene libros en braille a un precio accesible. No sé porque no es más conocida, la verdad.

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