La Nerd Escondida: Mi hermana Rosa, de Justine Larbalestier

¡Hola a todos! ¿Pensaron que se habían librado de mi? No, no tienen esa suerte... He estado un poco ausente porque estoy a muy poco tiempo de terminar la carrera y los días pasan demasiado rápido y creo que voy a colapsar en cualquier momento de los nervios y de ver todo lo que me falta por estudiar y verme avanzar tan lento. Me desespera, pero tengo derecho a sentarme y reseñar, y al menos, hablar de algo de lo que más o menos sé, como el libro que les comento hoy (más o menos sé porque lo leí, no como a mis apuntes...).

Título: Mi hermana Rosa
Autora: Justine Larbaslestier
Año de Publicación: 2016
Páginas: 400
Editorial: Roca Editorial
ISBN: 978-84-17541-22-4
Sinopsis: - Lo prometo - dijo Rosa. - No mataré y no haré que nadie mate."Che Taylor tiene cuatro puntos en su lista de objetivos:
1.- Boxear en combates.
2.- Tener una novia.
3.- Volver a casa.
4.- Mantener bajo control a Rosa.
Rosa es inteligente, talentosa, atractiva, y tan hábil para el engaño que Che está convencido de que su hermana es una psicópata. Aunque no le ha hecho daño a nadie aún, él está seguro que es tan solo cuestión de tiempo.
Cuando la familia se va a vivir a Nueva York, Che sueña constantemente con volver a Sydney y pasar el tiempo con sus tres mejores amigos. Pero antes tendrá que ayudar a su hermana Rosa, quien ha comenzado a desarrollar unos más que complejos y perturbadores juegos.
¿Podrá Che proteger a Rosa del mundo?
O, mejor dicho: ¿podrá Che proteger al mundo de Rosa?
¡Muchas gracias a Penguin Random House por el ejemplar!

Opinión personal

Para Halloween, venía con una lectura un poco aburrida y quise ponerle algo de cuicui a la noche más tenebrosa del año, por lo que decidí leer este libro, que prometía ponerme los pelos de punta con una pequeña y adorable niña con los bucles más rubios y bellos que uno pueda pensar, pero que, a pesar de su parecido físico con Shirley Temple, me recordaba más en su descripción a Jessica Lovejoy: adorable por fuera pero oscura por dentro, capaz de manipular a cualquiera para su placer, y con unos padres que buscan hacer oídos sordos a lo que se esconde con su criatura.

Justine Larbalestier es una aclamada autora australiana, que ha recibido varios premios, algunos con Mi hermana Rosa, nos presenta una historia con un concepto sumamente interesante: convivir con una psicópata en miniatura y que nadie termine de creerte, gracias a que es terriblemente encantadora (y encima, su belleza y aspecto de inocencia ayudan). Me gustó como de a poco fue sumergiéndonos en la tensión constante que es vivir con Rosa, siempre pendiente a cual será su próxima fechoría, su próximo movimiento en un juego de ajedrez en el que ella tiene todas las de ganar. La construcción de algunas situaciones logró, efectivamente, ponerme los pelos de punta y dejarme al borde del asiento, deseando leer más, saber más, descubrir un poco más de lo que Rosa tiene planeado para salirse con la suya y seguir siendo el centro de atención de todos. La autora logró atraparme bastante, a pesar de que el estudio me tiene a maltraer y tuve poco tiempo, no pude evitar pasar la madrugada del sábado devorando lo que me quedaba de este libro, ansiosa por saber que iba a terminar sucediendo con la pequeña diablilla... Y me quedé esperando.

Ojo, el libro me gustó, pero no puedo evitar sentir que la historia decayó un poco al final y tuvo un final bastante acelerado y atolondrado, algo desprolijo. Y es algo que menciono porque el libro me venía fascinando, y disfruté muchísimo con algunos pasajes. Si bien comprendo que la historia está fragmentada de manera tal de contemplar cada punto de la lista de Che, siento que en algún momento el thriller se desdibujo, y se tornó una novela romántica, para después volver a incluir partes donde Rosa tomaba protagonismo y era la Reina cruel disponiendo de sus súbditos. Además de que, médicamente, encontré una cosita de la que gustosamente me sentaría a hablar con cualquiera, ya que no tiene demasiado sentido, más teniendo en cuenta algunas cuestiones de base.

Afirmo sin miedo a equivocarme (al menos en lo que a mi opinión respecta) que lo más interesante de este libro son los personajes. Che, nombrado así por Ernesto Guevara (nota: Che no es un nombre, y fue como wtf cuando leí porque era), es un joven como cualquier otro: quiere a sus amigos, aunque esté distanciado geográficamente, quiere una novia, poder boxear en combates, su mayor pasión, y tiene una hermanita molesta. Solo que molesta para él tiene un significado distinto: tiene por hermana a Rosa, quien cumple con todas las condiciones posibles acorde a su edad para ser una psicópata en vestidito rosado. Che sabe que Rosa es un peligro para todo el mundo, y se autoimpone la responsabilidad de cuidarla y cuidar al mundo de ella, ya que sus padres están demasiado en otra cosa. Rosa, en tanto, es una niña de 10 años con una apariencia sumamente dulce y tierna, que sabe sonreír mostrando los hoyuelos y es capaz de atraer todas las miradas en una habitación, ya que ama sentir que la admiren y la quieran, y está dispuesta a mostrar lo que tenga que mostrar para que sea así. Carece por completo de empatía, y su principal preocupación es ella misma y sus propios deseos. Y, por sobre todo, confía en Che, y se muestra con él tal cual es, sin tapujos; muestra toda su oscuridad interna, la que tanto se esfuerza por ocultar frente al resto del mundo.

Hay muchos otros personajes interesantes, como Sojourner, una joven afroamericana que también practica box y que es muy religiosa a la vez; o Leilani, mi personaje preferido, la hija de un matrimonio amigo de los padres de Che y Rosa, que parece ser muy dura pero termina congeniando con Che. En cuanto a los padres de Che y Rosa, estos tienen absoluta fe en un mundo mejor y sus ideales guían su ruta, aunque ello los lleve a arrastrar a sus hijos por el mundo (cosa que me cae bastante mal, pero no deja de ser llamativa su forma de percibir el mundo).

El final, como ya conté, me pareció bastante apresurado y me desilusionó un poco. Me dejo a pata, ya que estaba esperando un final algo más definido, donde hubiera algún tipo de cambio, y que fuera menos abierto. Sentí que no fue ni chicha ni limonada, que se crearon nuevos conflictos media hora antes y que del problema principal, que era la diabólica Rosa nos olvidamos un poco. De todas formas, me quedo con el hecho de que fue una lectura sumamente entretenida y llevadera, que me supo atrapar por momentos, con algunos personajes inolvidables (como Leilani), y que me mantuvo entretenida en este tiempo de estudio, que, al fin y al cabo, es lo importante de un libro: que nos deje escapar por un ratito de la realidad.