Un Haiku Para Alicia, de Francesc Miralles

¡Hola! Para festejar el Día Internacional del Libro les traigo una reseña que me costó un poco. Este es el primer libro que leo del autor, y comienzo a pensar que algo tienen los escritores catalanes para crear estas lecturas tan reflexivas y emotivas, lo que hace que muchas veces los sentimientos que me provocan sean difíciles de expresar. Creo que debo ahondar más mis conocimientos en estos autores, ya que disfruto mucho de los libros que nos ofrecen.

Título: Un Haiku Para Alicia
Autor: Francesc Miralles
Año de Publicación: 2012
Páginas: 191
Editorial: Plataforma Neo (representada por Ediciones Gránica)
ISBN: 978-84-15577-05-8
Sinopsis: Genís Gracia asiste, a los diecisiete años, al fracaso de su vida en todos los frentes. Pero justo cuando cree haber llegado a un callejón sin salida, conoce a Alicia, una joven que ha fundado una sociedad secreta en la que se discute sobre la felicidad, el dinero o el sentido de la vida. La fascinación por esta misteriosa amante de los haikus coincide con unos acontecimientos que darán un vuelco radical a su vida.
¡Muchas gracias a Ediciones Gránica por el ejemplar!

Opinión Personal

Leí este libro en muy poco tiempo. Fue ideal para esos pequeños momentos perdidos que quedan entre una actividad y la otra, ya que los capítulos eran cortos y entretenidos, aunque por ahí no tenían tanta continuidad entre sí (no es de esos libros donde el punto final de un capítulo encuentra a la frase que el continua en el siguiente). Está compuesto por cuatro partes, y tiene presente en sus páginas poesías, en especial los haikus. Un haiku es un pequeño poema de origen japonés que busca, con la mayor sencillez posible, describir una sensación. Los versos no deben rimar, y se siente como estar leyendo un pensamiento: parece igual de inconexo, pero tiene un enorme sentido, no necesita llenar los huecos con palabras, porque simplemente es.

El viejo estanque.

Salta la rana.

El sonido del agua.

Esta novela me recuerda a un haiku: es corta en extensión, las sensaciones son lo primordial (no en vano el grupo creado por Alicia se llama Buenas Sensaciones) y como mencionaba antes, no hay una conexión fuerte entre un capítulo y el otro.
La narración es sumamente llevadera, aunque no debe andarse desprevenido por estas páginas, porque están repletas de maravillosas frases llenas de sensaciones que son los verdaderos hechos del libro. La forma en que el autor construyó algunas frases me ha dejado anonadada. Una frase sencilla se transformaba en algo que merecía una relectura y una banderita al costado. Me enamoró el estilo del autor para transformar cosas mundanas en algo más.

Mire el reloj: como siempre, llegaba justo; justo para llegar tarde.

El protagonista de esta historia es Genís, que es una persona normal, que lleva una vida bastante monótona: escuela, casa, salida nocturna con sus amigos. Pero de golpe, todo comienza a cambiar, las cosas empeoran y siente que nada le sale bien. Desilusionado y anestesiado por una vida que le sonaba aburrida, conoce a Alicia, y es integrado en la Asociación para las Buenas Sensaciones, donde se discuten diversos temas, pero con una simple condición: no se permiten las opiniones o actitudes negativas. Alicia es una persona bastante particular. Es muy observadora, aprende mucho del mundo y de los demás de esa manera, y probablemente eso es lo que la llevó a crear esta asociación.
Entre los personajes secundarios tengo dos preferidos: Pablo, el compañero de banco de Genís, con sus gráficos y sus particularidades, además de esa frase tan graciosa que no se cansa de repetirle al protagonista, un poco a modo de broma y un poco de manera seria; y el profesor Haiku, que es el profesor de literatura de los dos chicos, apodado así por su inmenso amor a este tipo de poesía, y por su asombrosa habilidad para dirigir todas las conversaciones, indistintamente de su tema, a los haikus, y perderse un poco en su belleza.
En cuanto al final, en un momento pude preverlo en un punto del relato. Sin embargo, guardaba una pequeña esperanza que sucediera algo más. De todas formas, creo que el final fue excelente: un final real para una historia bastante realista, el punto final para describir esa sensación que en la historia está encarnada por Alicia. Este libro es maravilloso, ya que es, al fin y al cabo y a su propio modo, como su propio título lo dice: Un haiku para Alicia.

Frases Preferidas

• Cuando uno tiene miedo, difícilmente crea algo nuevo, se limita a luchar para conservar lo que tiene.

• De la misma manera, si le miraba las manos, no las encontraba bonitas porque tuviera los dedos largos o porque su piel pareciera suave. Eran bonitas porque eran suyas. Y eso se podía aplicar a cada palmo de su cuerpo.

Recomendado

Si te gustan las historias de Albert Espinosa, deberías darle una oportunidad a este libro.