lunes, 20 de febrero de 2017

Vida de club, de Ricardo González

¡Hola a todos! El otro día, para variar de una lectura que me estaba resultando pesada, empecé a leer este sumamente corto libro de cuentos, del que, para ser sincera, no pensaba engancharme, más teniendo en cuenta de que lo tenía en versión digital... Sin embargo, lo leí en una tarde, por lo que, si bien era corto, de más está decir que me enganché. 

Título: Vida de Club
Autor: Ricardo González
Año de Publicación: 2016
Páginas: 98
Editorial: La Parte Maldita
ISBN: 978-987-3897-06-1
Sinopsis Los cuentos de Vida de club, dice Claudia Piñeiro, “espían a través de las fisuras de un ámbito que parece seguro y descontracturado. Sin embargo, a poco de andar, aparecen agazapadas las paranoias, venganzas, culpas, traiciones, fantasías y obsesiones de los personajes de estas historias”. Con una prosa llana y precisa, Ricardo González Aguirre nos trae en su primer libro de cuentos una colección de personajes que, atravesados por su Vida de club, dejan aflorar su ambición, miedos y desesperaciones.
¡Muchas gracias a Kiako - Anich por el ejemplar!

Opinión personal

No soy mucho de leer en digital, sinceramente, me cuesta horrores mantener la atención, indistintamente de si el libro me guste o no. Sin embargo, me había comprometido a leer este libro y nunca creí que las páginas se me iban a pasar tan rápido.  Son cuentos sumamente cortos, bien argentinos y muy llevaderos, por lo que es un libro que se lee literalmente en un rato (o en lo que se demora en hacer un bizcochuelo, que fue el tiempo que me duró a mi). 
Desconozco al autor, pero según la escueta búsqueda que hice en google, este es su primer y único libro, al menos por el momento, ya que se encuentra escribiendo el segundo. Me llamó mucho la atención la sencillez de su relato, que, al ver la sinopsis y la opinión de Claudia Piñeiro, no pudo menos que causarme gracia, ya que me recordó mucho al estilo de la autora de Las viudas de los jueves, con una narrativa fiel a la identidad argentina de los autores, sin buscar incursionar en un neutro que no pega, y que hace que el lector argentino se sienta defraudado. Me gustó mucho este respeto a nuestro lenguaje, nuestro habla, lo que le da a la obra un verdadero espíritu de club, algo tan argentino como el che y el pelotudo. Otro detalle: mis conocimientos de deportes van de pobres a nulos, y sin embargo, en ningún momento sentí que me perdía de algo del relato, ya que no es sólo de deporte la vida de club, sino de las relaciones que nacen entre las personas, aspecto que sólo sirve para realzar estas historias y hacerlas mucho más tangibles. 
Si tuviera que decir cual era mi historia preferida, tendría que elegir dos: Ella y Juego de reyes. La primera trata del encuentro de dos viejos amigos, con cierta historia cuasi romántica en común, que me llamó mucho la atención porque lo sentí como una especie de juego del autor, ya que uno de los personajes menciona este mismo libro, y sí, mi pregunta es si eso pasó de verdad (Sr. González, si lee esto, respóndale a esta chusma insaciable que quiere saber). El otro, Juego de reyes, trata de un chanta que se hace pasar por profesor de tenis, y que va escalando y escalando. Me causó mucha gracia, y fue super argentina la historia, con las avivadas clásicas. 
En cuanto a personajes, me tengo que quedar con la última historia, Caddy, que trata de un caddy, valga la redundancia, que tiene mucha admiración por el golfista al que asiste, y por quien daría mucho. Éste cae en desgracia, y el caddy lo recibe e intenta ayudarlo, y es en la relación interpersonal entre ambos que vamos a poder ver con cierta crudeza las personalidades de ambos. Disfruté mucho con esta historia, aunque fue un final medio agrio. Si fuera por mí, lo hubiera terminado con Pelo mojado, que fue la penúltima, y que creo que a cualquiera le puede sacar varias carcajadas. 
Al fin y al cabo, fue un libro que disfruté muchísimo, donde nuestra identidad está tan tangente que es imposible no sonreír con los pequeños guiños del autor. 

Frase preferida

Lo lee, pero antes se pone unos lentes violetas, yo pienso en la belleza de los jacárandas de mi cuadra cuando florecen. Me mira y se sonríe. Sé que le gustó, pero no dice nada.

Recomendado

Es una mezcla super argentina, así que te lo recomiendo si te gustó: Relatos Salvajes, El secreto de sus ojos (La pregunta de sus ojos), Las viudas de los jueves. 




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